¿Cómo afecta a la visión una conmoción cerebral en el deporte?
Una conmoción cerebral o lesión cerebral traumática, la puede causar desde un simple chichón, a un golpe o una sacudida en la cabeza, que ocasiona que el cerebro cambie la manera en la que funciona normalmente.
Cuando se recibe un golpe en la cabeza, la visión puede verse gravemente afectada. Según el sitio específico de la lesión se puede perder una parte del campo visual, tener visión doble, problemas de convergencia, etc. Porque la visión es un sentido predominante y está en todas partes del cerebro. Las vías visuales por tanto, se ven afectadas la mayoría de veces tras una contusión cerebral.
“Las vías visuales por sí solas suponen más del 50% de las vías neuronales del cerebro y, por lo tanto, se ven afectadas frecuentemente en las conmociones”
Steve Devick, O.D., Co-Founder Of King Devick Screening Test
La mayoría de las conmociones cursan sin pérdida de conciencia. Muchos de los deportistas creen encontrarse bien tras una conmoción o niegan los síntomas para seguir jugando. Reconocer y dar una respuesta adecuada en los primeros momentos posteriores al traumatismo es fundamental, y ayuda a prevenir lesiones futuras o incluso la muerte.
Ante una situación de conmoción cerebral hay que actuar con rapidez, ya desde el terreno de juego. Se pueden emplear varios test objetivos justo después del golpe, que descarten cualquier problema y nos ofrezcan una retroalimentación de detección instantánea, en minutos.
Muchos de estos test de detección rápida son test visuales. Se valora de manera rápida la capacidad de realizar seguimientos y sacádicos (saltos rápidos de los ojos) con precisión, manteniendo la atención y sin pérdidas de equilibrio. Se descarta la visión doble, revisando que ambos ojos se mueven de manera coordinada; se comprueba que se es capaz de enfocar en cerca y de tener una respuesta pupilar adecuada a la luz.
¡Un estudio optométrico puede resultar clave en el cuidado de la visión después de una conmoción! El cerebro tiene visión prácticamente en todas sus áreas.
Para evitar conmociones más graves, es responsabilidad de todoscomprobar la política de nuestras asociaciones deportivas, escuelas o distritos, respecto a las conmociones cerebrales; conocer si hay un plan de actuación establecido en caso de que se produzcan; y estar informados todos, deportistas, padres y entrenadores sobre las conmociones.
Estos listados de más abajo, nos pueden ayudar a la hora de detectar síntomas tras un golpe en la cabeza, por leve que sea.
SIGNOS OBSERVADOS POR LOS ENTRENADORES
- Parecen mareados o aturdidos
- Se muestran confundidos ante las instrucciones recibidas
- Olvidan instrucciones
- No están seguros del juego, la puntuación o los oponentes
- Torpes
- Responden a las preguntas despacio
- Pierden la conciencia (aunque sea brevemente)
- Muestran cambios de humor, de comportamiento o de personalidad
- No recuerdan hechos anteriores al golpe o la caída
- No recuerdan hechos posteriores al golpe o la caída
SIGNOS MANIFESTADOS POR EL DEPORTISTA
- Responden a las preguntas despacio
- Pierden la conciencia (aunque sea brevemente)
- Muestran cambios de humor, de comportamiento o de personalidad
- No recuerdan hechos anteriores al golpe la caída
- No recuerdan hechos posteriores al golpe o la caída
- Cefalea o “presión” en la cabeza
- Náuseas o vómitos
- Problemas de equilibrio o mareo
- Visión doble o borrosa
- Confusión
- Sensibilidad a la luz, probablemente por una lesión en el lóbulo occipital o en tronco encéfalo
Si una conmoción cerebral ha sido grave y ha dejado secuelas en la visión, las lentes y prismas pueden ser una buena solución para las habilidades visuales que hayan sido afectadas. Las lentes y los prismas pueden mejorar la borrosidad y corregir la visión doble, ofreciendo mayor funcionalidad.
Se puede recurrir también a la oclusión de un ojo cuando hay visión doble y los prismas no funcionan bien, aunque no resuelva el problema, puede ser un primer paso para mantener cierto nivel de seguridad emocional.
Otra de las opciones comunes es la terapia visual. Gracias a la neuroplasticidad, o la habilidad del cerebro para adaptarse y cambiar cuando aprendemos información nueva, podemos tratar una gran variedad de desórdenes visuales a cualquier edad.
La terapia visual consiste en el entrenamiento de las distintas habilidades visuales, con una serie de ejercicios programados y dirigidos por un profesional cualificado. No todos los optometristas estamos especializados en las mismas áreas, y la terapia visual es un campo de especialización dentro de la optometría. Por eso, siempre hay que confiar en un buen especialista, sobretodo cuando hablamos de salud.
Con el entrenamiento visual, se consigue devolver la eficacia a ese sistema visual y perceptivo debilitado. Se persigue aumentar la sensación de confort y seguridad en las actividades del día a día. Y se trabaja para mantener en el tiempo un rendimiento visual adecuado y sin esfuerzo, mediante la integración con el resto de sistemas, como el equilibrio.
¡¡Hay SOLUCIONES exitosas de rehabilitación visual!!

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