¿Qué papel juega la visión en la adquisición del lenguaje?
Somos seres sociales, y como tal, tenemos la capacidad de comunicar lo que nuestros sentidos perciben del mundo, tanto del exterior como del interior.
A priori, el oído no se desarrolló para el lenguaje sino para la supervivencia. Pero el ser humano posee corteza cerebral, área del cerebro más evolucionada, y eso es lo que nos ha dado la capacidad de desarrollar el lenguaje y lo que nos diferencia del resto de los animales, pues ellos poseen oído pero no lenguaje.
El procesamiento visual solo adquiere sentido cuando interviene el habla y la audición.
A.M. Skeffington
En los primeros meses de vida, el bebé (que tiene un sistema auditivo perfecto) es capaz de aprender los sonidos de todos los idiomas que existen. Pero a partir del primer año de vida, la capacidad para repetir y reproducir otro repertorio fonético distinto al que se ha aprendido disminuye.
Todos aquellos fonemas a los que no se ha estado expuesto no dejan huella en el sistema cortical, por lo que la capacidad para repetirlos y reproducirlos disminuye enormemente.
Los niños están expuestos al repertorio fonético de su lengua materna. Cuando hablamos otro idioma que no es el materno, reproducimos fonemas según nuestro repertorio fonético de nuestra lengua materna, por eso se nos nota el acento, se sabe que no somos ingleses sino españoles (en nuestro caso).
Es recomendable que los niños escuchen otros idiomas hablados porque de esa manera se mantiene activo el registro fonético de ese idioma extranjero, para en un futuro utilizarlo si hace falta.
El lenguaje es una de las habilidades cognitivas, que junto con los procesos visuales forman una interacción indispensable para el aprendizaje.
El niño oye y entiende los sonidos del lenguaje años antes de aprender a leer y escribir, por lo que la calidad en la habilidad de escucha afectará al desarrollo del lenguaje tanto hablado como escrito.
La capacidad cognitiva y lingüística proporciona una base fundamental en el aprendizaje de la lectura, para la adquisición de muchas habilidades de comprensión.
De manera que, si un niño no posee lenguaje en su interior o no conoce las palabras, no es de extrañar que no comprenda lo que lee, y por lo tanto, tampoco le guste leer.
El papel que juega la visión en la adquisición del lenguaje es de suma importancia para adquirir conciencia de que todas las cosas de este mundo tienen un nombre.
A medida que el sistema visual empieza a funcionar a pleno rendimiento, y que la capacidad de atención y percepción visual aumenta, el bebé va aprendiendo los nombres para describir lo que ve, aprende su significado y su cerebro empieza a relacionar e integrar la información de varios sistemas: visual, cognitivo y lingüístico.
Pero antes de eso, el bebé aprende primero a comunicarse con señas, con las sonrisas, con su cuerpo, aprende a levantar los brazos para que lo cojan o a fruncir el ceño para mostrarse enfadado.
Gracias al contacto visual, aprende a extraer información no verbal al mirar otro rostro.
Se encontró que los niños adquieren un vocabulario más sofisticado cuando han mejorado la motricidad fina de sus dedos.
La mayoría de los niños se convierten entre los 2 y 5 años en unos genios lingüísticos, ya que aprenden un promedio de dos a cuatro palabras diariamente.
A los 5 y 6 años, ese talento empieza a debilitarse, y a los 8 años no queda ni rastro de su creatividad con las palabras, puesto que ha dejado de ser necesaria.
Este proceso puede verse favorecido o desatendido por el entorno del niño, de ahí la importancia de hablarles mucho a los bebés, leerles y cantarles, mirándoles a los ojos.
El lenguaje se logra mediante el aprendizaje auditivo y visual, y se adquiere al escuchar y leer. Leer, es cómo escuchar a través de los ojos.
Aprender a leer y escribir son dos procesos que van de la mano. Las dificultades en la lectura, repercutirán también en la escritura.
Existe una asociación visual y auditiva con los fonemas, ya que mediante la vista se aprende a ver los sonidos que forman las palabras, y así se relacionan las letras con los sonidos.
Es por esto que el desarrollo visuo-perceptivo hace más eficiente el desarrollo auditivo y del lenguaje. Y a su vez, el lenguaje y la audición capacitan a la visión para asumir la dominancia dentro del sistema sensorial.