¿Qué atrae nuestra atención y nos obliga a mirar?
Esta respuesta viene desde el campo de la neurología y la neurociencia.
El modelo más ampliamente aceptado, en el que hay un consenso científico casi general, es que el factor principal que hace que se capte nuestra mirada al observar una escena, es una propiedad de la imagen llamada saliencia. Nuestros ojos, básicamente miran las zonas más salientes de la imagen.
La saliencia seria la diferencia entre la zona con más contraste de la imagen y las zonas más limítrofes.
La saliencia es ajena a nuestra voluntad, se desarrolla en un momento temprano de nuestro procesamiento visual. Y se computa sobre 4 canales de información visual: color, orientación, intensidad o iluminación, y movimiento.
Todos nosotros, cuando exploramos una imagen nos fijamos en las zonas más salientes en base a estas características.
Al estudiar la manera en que se mueven nuestros ojos, se ha descubierto también que la mayor parte de movimientos son horizontales y verticales. Apenas hacemos movimientos oculares oblicuos.
El índice de verticalidad, es el dato que nos indica cómo miramos lo que nos rodea, en qué dirección movemos nuestra mirada. Y se ha resuelto, que la media de los movimientos horizontales y verticales que hacemos con los ojos, casa casi perfectamente con la forma del objeto que estamos mirando.
Por tanto, a partir del dato del índice V (verticalidad), podemos saber si una persona está mirando un objeto circular, vertical u horizontal. Pero lo más interesante de esta particular habilidad, es que no todos lo hacemos de la misma forma, si no que este índice es una característica individual.
Si una persona tiene una determinada proporción de movimientos horizontales y verticales al mirar un objeto, tendrá la misma proporción al mirar otro tipo de objeto diferente. Su manera de mirar se correlaciona a todos los objetos.
La saliencia es una de las formas que tiene el entorno de capturar nuestra atención, y la forma del objeto, de alguna manera también.
Hoy en día, está demostrado que las caras son el estímulo que mas capturan posiblemente nuestra atención. Pero nuestra mirada, también se deja llevar por la dirección de la mirada de la persona que observamos.
Si miramos a alguien que está mirando a la izquierda, curiosamente nuestra mirada se irá a la izquierda, como si estuviéramos empatizando de alguna manera. Y esto también ocurre aunque la persona que miremos esté en una foto.

BIBLIOGRAFIA
Blanco, M.J. Movimientos oculares y atención. IV Congreso Siodec; 2015